domingo, 28 de febrero de 2016

                             MÁS NIEVE EN LAS CUEVAS





   Durante los días 27 y 28 de febrero se han producido precipitaciones de nieve, dejando en Las Cuevas algunas estampas invernales de gran belleza.

   La nieve evoca a los mayores lejanos tiempos, cuando caía copiosamente y alegra a los agricultores porque la abundancia de nieve siempre augura una buena cosecha, aunque los hielos podrían dañar los frutales.












  

jueves, 25 de febrero de 2016





                             BATIDAS CONTRA EL JABALÍ




   El jabalí no tiene enemigos, salvo el hombre. Sus depredadores naturales, los lobos, aún no han retornado a estas tierras; pero se les espera; ya se han producido avistamientos en los límites con Guadalajara y en la Serranía de Cuenca.También los linces, otro enemigo de los jabatos, desaparecieron hace tiempo.

   Mientras llega la bestia de los cuentos, estos cerdos salvajes trillan todo el terreno hozando con sus poderosos hocicos y colmillos y esquilmando los girasoles, los cereales, los huertos y todo lo que pillan.



   "Hacen mucho daño los gorrinos. No lo sabes tú bien", me dice un agricultor que anda preocupado porque el año pasado los jabalíes le ocasionaron pérdidas por valor de más de 3000 euros. Y el hombre, que ve sus cosechas en peligro, porque este cochino salvaje es más destructivo que cualquier plaga, echa mano de una larga lista de estratagemas para ahuyentar las piaras de sus campos.

   Los artefactos que producen explosiones de aire comprimido atemorizan a los jabalíes solo al principio, pero al hambre vence cualquier reparo. Hemos visto parcelas de girasol arrasadas al lado de estas máquinas de hacer ruido.

   Más efectivo para ahuyentarlos parece el método de esparcir orines de lobo por las zonas donde suelen pasar. Sin embargo, este método es caro y viene usándose solo por parte de la Administración para evitar que estos animales y otros, como los corzos, crucen las carreteras y autovías. Los atropellos de jabalíes crecen, con el consiguiente peligro para los automovilistas.

   Más curioso aún es el método de esparcir sacos de cabello femenino recogido en las peluquerías por los alrededores de los campos de cultivo. Se dice que este cabello, fuertemente impregnado de perfumes y afeites, repele al jabalí, aunque esto no está muy contrastado.

   El mercado ofrece también alimentos para los cerdos, pero que acaban teniendo un sabor muy desagradable después de ser engullidos, lo cual aleja a las hembras dominantes que son las que dirigen las piaras.



   Es difícil calcular la población de jabalíes que hay en Las Cuevas de Velasco. Además, como se sabe, estos animales andan mucho. Pero, según se dice, en las zonas donde las condiciones son favorables y hay alimento abundante, pueden alcanzar una densidad de entre 6 y 10 ejemplares por km2, lo que nos daría para todo el término de Las Cuevas más de 250 ejemplares. Y no es exagerado este número si tenemos en cuenta los resultados de las dos últimas batidas.

   En la batida que tuvo lugar a finales de diciembre de 2015 se cobraron nada menos que 42 ejemplares, mientras que en la batida de este último fin de semana se abatieron otros 16. Casi 60 animales en apenas dos meses parece un número muy alto. ¡Quién iba a decirlo allá por los años 60 y 70 cuando se avistaron los primeros puercos salvajes por El Chilancón". Pero a pesar de las matanzas, la población es tan alta que preocupa entre los agricultores.



   Por su parte, los animalistas ponen el grito en el cielo. En realidad es muy posible que esta explosión de jabalíes, que afecta a media Europa, sea consecuencia, entre otras causas, de la torpeza y de los errores de la intervención humana en el medio.



   Entre tanto el jabalí, tan arisco y huidizo antaño, se aproxima cada vez más a los pueblos. Vienen a husmear en los cubos de la basura y ni se inmutan cuando cruzan a la vista de la gente con sus jabatos. A este paso, en poco tiempo parecerán gorrinos de San Antón.

martes, 23 de febrero de 2016



                      EL GUISADO DE CASTAÑUELAS





   El guisado de castañuelas es uno de los platos más genuinos de la cocina conquense y es de los más representativos de la gastronomía de Las Cuevas de Velasco.

   Se trata de un guiso de Cuaresma que se preparaba como comida especial del día de Viernes Santo.

   Los ingredientes necesarios son:

- alcachofas   - huevos
- bacalao       - cebolla
- ajo               - pimentón
- harina          - aceite
- sal
- calabaza, tomate, almendras...(opcionales)




   Modo de preparación:

   Se desala el bacalao, según la costumbre, se prepara y se pasa por harina y por huevo. Se fríe hasta que comience a dorar. Se pone en olla ancha.

   Se limpian las alcachofas, se retiran las hojas duras y las puntas y se trocean por la mitad. Se rebozan en harina y huevo, se fríen y se añaden a la olla. 

   Se cuecen los huevos, se pelan y se trocean por la mitad longitudinalmente, se rebozan como los otros ingredientes y se fríen. Se colocan en la olla.

   Se cubre todo con agua o caldo de verduras y se pone a hervir despacio.

   Añadiremos un sofrito de cebolla y pimentón, la sal y algo de pimienta si se desea.




   Al final de la cocción añadir un majado de ajo y perejil.

   Puede enriquecerse el guiso con unos trozos de calabaza de guisar, también rebozados, almendras molidas...

   Estamos ante un magnífico plato muy poco conocido fuera de nuestra provincia, pero que posee unas cualidades extraordinarias.

   El nombre de "guisado de castañuelas" se debe a que la forma de los medios huevos y de las alcachofas partidas, todo ello rebozado y frito, recuerda vagamente a unas castañuelas.


   ¡Buen provecho!

domingo, 21 de febrero de 2016




           El chopo de El Vallejuelo

   El chopo de El Vallejuelo es, a diferencia de la sabina de La Huerta y de la carrasquilla, un árbol algo desaliñado, imponente, desde luego, pero de porte más bien desgarbado.



   Se inclina hacia la olmera de El Vallejuelo no con elegantes zalemas de maestresala palaciego sino con una inexorable reverencia de anciano al que tuerce el peso de la edad.

   El chopo, populus nigra, no es un árbol tan logevo como la encina, la sabina o el roble, pero esta variedad autóctona, sometida a la escamonda para aprovechar su madera, puede alcanzar los dos o tres siglos de vida. El ejemplar de Las Cuevas de Velasco es muy probable que haya visto pasar al menos dos siglos, ya que los más ancianos lo recuerdan con la envergadura que tiene en la actualidad, si no más, pues ya se aprecian sus grandes guías desmochadas y otros signos de vejez.

   ¿Quién no ha jugado en el chopo de El Vallejuelo? Desde muy niños, cuando realizábamos las primeras expediciones fuera del lugar, descubríamos este coloso al lado de la carretera con su tronco invitándonos a trepar. Y allí nos encaramábamos embebidos en los juegos de la infancia. Entonces el viejo goliat nos acogía y nos regalaba el murmullo de la brisa en sus hojas y un inconfundible aroma de los que evocan para siempre los lugares y los objetos de la primera edad.



   En Las Cuevas había muchos chopos, pero ninguno del tamaño del de El Vallejuelo. De la mayoría se aprovechaban las ramas rectas como vigas para la construcción de solados, de techumbres de las cámaras, de los cocederos y de los pajares. De este chopo no sabemos si en su adolescencia o juventud se cortaron también las ramas, pero lo que sí es cierto es que muchos años se recogían ramas bajeras para vestir la verbena para la fiesta del Cristo.

   Hay un paraje en el término del pueblo, llamado Los chopos por una hilera de estos árboles que allí crecía, al lado del río, hacia el cerro de Cabezalengua.




   El chopo de El Vallejuelo hoy muestra los achaques de la edad y los estragos de la pertinaz sequía. Hasta no hace muchos años una fuentecilla fluía a escasos metros del tronco y el regato llevaba algo de agua prácticamente todo el año. Además del peso de los años, este viejo amigo acusa la falta de humedad, tan necesaria entre los de su especie. Pero sigue erguido a pesar del aquilón invernal y de la terribles lanzadas de los rayos que ha dejado sobre su cuerpo surcos profundos como las clamorosas heridas de guerra de un viejo soldado.

   Vale la pena acercarse hasta este espectacular árbol en esos paseos estivales que no conducen a ninguna parte y admirar la imponente figura de este viejo paisano. Cuidémoslo.

jueves, 18 de febrero de 2016




                     POEMA DE FILOMENA ARANA   

   En el año 1983 salió a la luz, coincidiendo con la fiesta de El Cristo, el segundo número de la revista El Otero, en el cual se publicó el poema de Filomena Arana que presentamos.

   Estos versos no solo transmiten las emociones por la vuelta de esta mujer al pueblo y por el reencuentro con su Cristo, sino que también dan información casi periodística de cómo iban las cosas en Las Cuevas en aquel año y de los recientes logros alcanzados.



   
                          VERSOS AL SANTÍSIMO CRISTO DE LA MISERICORDIA


  En Las Cuevas de Velasco
  se celebra cierto día
  su Santísimo Patrón
  con muchísima alegría.

  Los hijos de este pueblo
  en cualquier lugar que estén
  no se olvidan de su Santo
  pues le tienen mucha fe.

  Los que son allí nacidos
  y los que un tiempo vivieron
  les luce sacarlo a hombros
  por las calles de este pueblo.

  Cristo de Misericordia,
  te digo con ilusión
  que los hijos de este pueblo
  te quieren de corazón.

   Pues yo tengo la gran suerte,
   ni que viva donde viva,
   lo tengo siempre en mi casa,
   pues me tocó en una rifa.

   Le pido por los difuntos
   que tanta fe en Él tuvieron,
   que al terminar esta vida
   estén con Él en el cielo.

   Hace un poco tiempo estuve
   a visitar a mi Patrón,
   el Cristo de Misericordia,
   al que tengo devoción.

   Yo llevaba mucho tiempo
   que el pueblo no lo veía.
   ¡Qué grande fue la sorpresa
   cuando lo vi ese día!

   Yo me alegro que en el pueblo
   vivan con comodidad
   con La Canela y La Velasca
   y las calles arreglás.

   A Antonio le felicito
   por el libro publicar
   con historias y costumbres.
   ¡Fue una idea genial!

   Felicito a mis paisanos
   por la idea que tuvieron
   de fundar una revista
   a la que llaman Otero.

   Yo soy muy poquita cosa
   y admiro su decisión.
   Si en algo puedo ayudarles,
   me ofrezco de corazón.

   A todo el pueblo le digo:
   No dejen de visitar
   los cuadros que hace Mateo.
   ¡Mucho les han de gustar!



                              

















          

miércoles, 17 de febrero de 2016




                                            COCHE FANTASMA 


   Dejando el pueblo por el antiguo camino de Cuenca, se cruza El Llano y tras las últimas chozas desaparece casi por completo cualquier signo de civilización a los ojos del caminante. En el horizonte forman sus apretados ejércitos los pinares del cerro Castejón y del Monte de Arriba.

Amanecer desde Las Cuevas de Velasco


   Tomamos la pista que se escinde por la izquierda y que baja en tobogán por La Pontezuela. De inmediato recuperamos la preeminencia del altozano con sus vistas que alcanzan hasta  remotos rincones de estas tierras.

   Cuando asomamos al vallejo de La Huerta, nos damos de bruces con un vehículo sobre el suelo, clavado en el bálago, como un barco varado muy apartado del agua. ¡Qué extraño resulta ver un auto lejos de las carreteras, en medio de ninguna parte! Parece un ave imposibilitada para el vuelo.



   Inspeccionamos el cacharro y vemos que está tan deteriorado que anda a punto de perder ya su identidad original, aunque al exterior aún ofrezca una imagen cinética, cual bólido rugiendo en pleno rally. Sin embargo, el óxido y los deterioros, especialmente los vanos de sus ojos, lo delatan; está en coma profundo, sin duda.



   Solo hay que poner un poco de fantasía para imaginar lo que haría un publicista con una modelo y esta cafetera anclada en el añojal. Y, díganme: ¿qué pensaría un extraterrestre cuya nave a la deriva viniera a dar en este rincón del planeta? "Estos humanos están de atar", se diría el ET.




   Aquí en el pueblo, desde tiempo inmemorial todo se procesaba en el muladar, en el corral o en el campo, como si la tierra tuviera unas enormes tragaderas y pudiese devorar y asimilar todo lo que le echasen. Y es cierto, siempre que no se la atragante.



   No estaría mal avisar a un chatarrero o a quien corresponda y que se dé un garbeo por los alrededores del pueblo recogiendo cachivaches, aperos obsoletos y esqueletos de máquinas ya en desuso.






domingo, 14 de febrero de 2016




           JUEVESLAVIEJA, UNA TRADICIÓN PERDIDA






   Se conmemoraba Jueveslavieja el jueves de mitad de Cuaresma, equidistante entre el primer jueves de Cuaresma y el Jueves Santo. Jueveslavieja es una celebración ya perdida en la que el ritual, como en el caso de Jueveslardero, corría a cargo de los niños y los jóvenes.

   Antiguamente, para participar había que llevar un huevo cada uno y el pozo se hacía en la plaza. Después se nos adjudicó a los niños un gran pozo, de cuatro o cinco metros de diámetro, situado a la derecha de la calle de Las cuatro jotas, según se sube a las eras. Se limpiaba bien cada año y allí mismo, con dos palos en cruz y sayos viejos, se construía una especie de espantajo que representaba a una vieja. Luego toda la caterva de chiquillos iba pidiendo por el pueblo de casa en casa, acudiendo en especial a las casas donde había ancianas, las cuales ofrecían un donativo. “¿Da por la vieja?”, se preguntaba a quienes abrían las puertas. Si se mostraban reticentes se exhibía con gran algazara el fantoche y se les conminaba a entregar el presente, e incluso blandiendo una espada que se llevaba como elemento intimidatorio y parte del “espectáculo”.



   Luego se volvía al pozo y se oficiaba una ceremonia esperpéntica del entierro del fantoche que representaba a las viejas que no querían ofrecer el donativo. Hace mucho tiempo solía plantarse un árbol en ese hoyo.

   Al final, se reunían los caudales obtenidos, junto con algún presente comestible y con ellos se pergeñaba una merienda en uno de los bares del pueblo.

   Esta curiosa costumbre es probable que estuviera desligada de lo religioso en un tiempo remoto, por lo que habría que remontarse para encontrar su origen a ritos muy antiguos, probablemente paganos. El simbolismo parece claro, se entierra lo viejo porque llega la renovación de todo con la primavera. Luego, la iglesia asumiría esta tradición simbolizando la muerte del pecado por la penitencia cuaresmal y el nacimiento a una nueva vida.



   En algunos lugares aún se mantiene esta costumbre con el nombre de “partir la vieja”, haciendo referencia a partir la cuaresma, estableciendo una tregua gastronómico-festiva en un tiempo de tanta privación y penitencia.

En Cuevas de Velasco se siguió esta tradición seguramente durante siglos. Este año Jueveslavieja cae el 3 de marzo.

Calle de Las cuatro jotas. Tras el almacén de la derecha se hacía el pozo.




viernes, 12 de febrero de 2016


                                DE PUERTA EN PUERTA


   Cuando Cuevas de Velasco era un emporio del vino había en el pueblo más de cien cuevas, además de multitud de cocederos y de sótanos. Como recuerdo de aquel pasado queda algún dicho, "Cuevas de Velasco, donde se beben el vino y dejan el casco.", algún topónimo, como La Viña de la Cordera, La viña Yuste o El Cerrillo del Guarda, lugar donde hubo una cabaña para vigilar las viñas y protegerlas de los ganados y de la mano ajena, pero sobre todo quedan las cuevas, multitud de cuevas hoy abandonadas y sin más cometido que criar telarañas y servir de refugio a los murciélagos.