jueves, 28 de abril de 2016




             ACTUACIÓN DE LA DANZA EN LA PESQUERA




La danza de Cuevas de Velasco tiene prevista una actuación el próximo domingo, uno de mayo, en el pueblo conquense de La Pesquera, cerca de Minglanilla.

Dicha actuación se ha concertado con el fin de realzar las fiestas y romería dedicadas a la Virgen de la Cueva Santa, que se celebra en dicha localidad.

Con motivo de tal actuación hemos preparado un texto para presentar la danza, con una brevísima aproximación a la manifestación más importante de nuestro folclore, pensada para el público que pueda presenciar los paloteos.




     LA DANZA DE CUEVAS DE VELASCO (CUENCA)

Las danzas que os vamos a mostrar pertenecen al pueblo de Cuevas de Velasco donde tenemos noticias de que al menos hace cuatrocientos años que se realizan.

Se trata de danzas de palos, o paloteos, extendidos por varios lugares, especialmente por Castilla León y por el País Vasco, aunque en cada tierra tienen unos movimientos, una música y una coreografía muy distintos.

El origen remoto de estos paloteos no está muy claro, pues se pensaba que podían proceder de danzas ceremoniales guerreras, por aquello de entrechocar los palos como si fueran armas; pero hoy se cree que están más próximos a las ceremonias de la fertilidad de la tierra. En este sentido hay que recordar que la primera herramienta agrícola fue seguramente un palo con el que se hacían agujeros en la tierra fértil para poner las semillas. Fijaos cómo este gesto se conserva en algún paloteo.



La danza de Cuevas de Velasco es una danza procesional. Se trata de piezas cortas que se ejecutan durante la procesión de nuestro patrono, el Santísimo Cristo de la Misericordia y de la Salud. 

Hay dos tipos de paloteos: los de rueda y los de pilares. Los primeros se ejecutan formando dos círculos concéntricos que giran en sentido contrario; los segundos, formando pilares, o filas que van cambiando de orientación.

La letra es posterior a la música e incluso al baile, pero ha permitido recordar y memorizar las melodías.

Hay ocho danzantes, el alcalde, que es quien dirige la danza, y los músicos. Los danzantes van ataviados, como ven, con un pañuelo atado a la cabeza al modo alcarreño, camisa blanca con dos escarapelas adornadas con cintas de colores a la espalda y varios lazos en las mangas. Lucen una banda, una faja, calzón corto de color negro y un pañuelo de flecos atado a la cintura. Calzan alpargatas blancas con cintas rojas y medias. Llevan dos palos de unos 55 cm y dos castañuelas.



Al presentar cada paloteo haremos una brevísima introducción para que podáis apreciar y disfrutar mejor algunos detalles.




1. LA MARCHA REAL.

La Marcha Real es el primer paloteo. Se danza a la puerta de la iglesia en el momento de salir el Cristo en procesión. La Marcha Real es la música de la cual procede el himno nacional español. Algunas personas dicen cuando lo oyen: Mira, el himno, pero es muy probable que esta marcha se tocase ya en nuestro pueblo cuando aún no era himno de España. Es un paloteo de los llamados “de rueda”. La letra dice:



¿Guerra, guerra 

contra Lucifer!

La virgen María 

es nuestra defensora

con tal protectora

a nada hay que temer.

Vence al mundo,

demonio y carne.

¿Guerra, guerra 

contra Lucifer!

2. LA VIRGEN.

La Virgen es un paloteo “de rueda”. Lo más característico es que durante las evoluciones, los danzantes dejan los palos en el suelo en varias ocasiones. Eso hace más complicado el seguir el ritmo. Dice así:

Tender, tender

lavar, lavar,

tender la ropa

en el retamar. (bis)

La Virgen se está peinando

a la sombra de un rosal,

los cabellos eran de oro

y el peine era de cristal.

Tender, tender

lavar, lavar,

tender la ropa 

en el retamar. (bis)

3. EL CISNE.

También “de rueda”, en El Cisne se aprecia bien el ritmo de esta danza. En cuanto al ave, una rareza, sin duda, por nuestras tierras alcarreñas, circunstancia que queda recogida en la letra:

Con las alas tendidas 

y aleteando.

Nadaba el cisne, madre,

que en mi vida nadar le vi,

con las alas batiendo las aguas

iba nadando de aquí para allí

de aquí para allí iba nadando

con las alas tendidas

y aleteando.



4. EL GALLO.

Es probablemente una de las letras más antiguas. Posiblemente también la música lo es. Es de destacar la complejidad de algunos movimientos cuando los danzantes se arrodillan para ofrecer el palo. La letra es así:

Si picó, no picó,

si picó que lo vide yo.

Canta el gallo en el bardal,

sí picó en el pimental.

Sí picó, no picó,

sí picó que lo vide yo.

5. EL SOLDADO.

La letra recoge el tema de la partida del joven soldado de leva, enamorado, a la guerra, despedido por su amada. En un momento de este paloteo se cruzan las dos líneas de danzantes produciendo un efecto visual llamativo. La letra dice así:

A la guerra voy

para un año.

¡Adiós, que me voy!

Soldado soy sin soldá,

no tengo pena,

porque tengo de parte

la Coronela.

Adiós, niña, adiós

¿Mandáis algo?

Soldadito soy

de a caballo.

A la guerra voy

para un año.

¡Adiós, que me voy!

6. LOS CAÑOS.

Se trata posiblemente del paloteo más complicado de ejecutar, pues los danzantes que forman los dos círculos concéntricos van alternando sus posiciones en el círculo interior y en el círculo exterior. La letra es así:

Y se riegan limones y cidras,

naranjillas de tu naranjal.

De los caños que salen de Murcia

se mantiene toda la ciudad

y se riegan limones y cidras,

naranjillas de tu naranjal.


7. EL REY FERNANDO DE ESPAÑA.

Se trata de un paloteo cuya letra tiene tema histórico: concretamente se refiere a la pérdida de Gibraltar hace más de 200 años. La música puede ser más antigua. Fijaos en una especie de reverencia que realizan los danzantes.

La letra es esta:

Ha jurado que a sangre y fuego

lo ha de volver a ganar.

El rey Fernando de España,

el rey Fernando de España

triste y afligido está,

pues por causa de traidores

ha perdido Gibraltar.

Pero la escuadra española

pero la escuadra española,

que entre los mares está,

ha jurado que a sangre y fuego

lo ha de volver a ganar.

8. EL MOLINERITO.

Lo curioso de este paloteo es que se baila a la pata coja. La letra no deja de tener su gracia. Dice así:

Con el tris tris tris

con el tras tras tras.

- Molinerito, ¿cómo no mueles?

- Porque se beben el agua los bueyes.

- Molinerito, ¿con qué molerás?

- Con el tris tris tris

con el tras tras tras.

9. LA PORTUGUESILLA.

La Portuguesilla es una de las canciones más hermosas, populares y emblemáticas de la tradición lírica española de los siglos XVI y XVII. La intención de lanzar algún objeto, como las naranjas, a alguien era la de llamar su atención, con fines amorosos… La letra reza así:

Arrojádmelas, arrojádmelas

y volvédmelas a arrojar.

Arrojádmelas, portuguesilla,

naranjillas de tu naranjal.

Arrojádmelas, arrojádmelas

y volvédmelas a arrojar. 

10. EL VERDE.

Se trata de un paloteo de pilares con una letra que proviene también de la lírica popular y que dice así:

Chulita, andar,

al verde, al verde.

Al verde retamar,

chulita, andar,

al verde, al verde.

A la sombra, a la sombra

a la sombra de aquel olivar,

chulita, andar,

al verde al verde.

11. EL PAJARITO.

Un paloteo o lazo, como llaman los musicólogos a cada pieza, de pilares, con una letra enigmática.

¿Que en qué molino has entrado 

que tan blanco se puso el sol?

Pajarito que vas al extremo

y dice el amor: ¿que en qué,

que en qué molino has entrado

que tan blanco se puso el sol?

12. LOS PELUDILLOS.

Los movimientos de este paloteo son distintos a los demás: bailan cuatro danzantes mientras los otros hacen sonar las castañuelas y luego van alternando. La letra dice:

Y van por el aire.

Peludillos son

peludillos, madre,

peludillos son

y van por el aire.

Tirairá, tirairá

tirairá, tirarirairá.




domingo, 24 de abril de 2016





                       SEMBLANZA DEL TÍO MARCOS


Pastor alcarreño con sus ovejas.



En los pueblos cada generación suele dar unos pocos personajes que son individuos de prodigiosa memoria y que sienten verdadera pasión por las tradiciones, los dichos, las canciones populares, las retahílas y, en general, los hechos dignos de memoria. Estas personas son la correa de transmisión que entrega el testigo del saber local a la siguiente generación y de este modo se perpetúa “lo que el pueblo sabe”, significado literal del término folklore. Así se ha preservado el tesoro de la cultura local también en nuestro pueblo.

El tío Marcos fue una de estas personas. Era un tipo bueno, trabajador y con una sensibilidad especial para la cultura local. Tuve la suerte de conocerlo. Recuerdo cuando regresaba al atardecer por la cuesta hasta el pueblo a lomos de su burra, cantando. Estuve también presente el día de su extremaunción, a pocos días de su fallecimiento.

Pero cedo la palabra a Antonio Ballesteros, quien realizó una breve semblanza del tío Marcos en el número 3 de la revista El Otero, allá por el año 1983.

Marcos Tomico Culebras, hijo de Eustasio y de María. Nació en Cuevas de Velasco el día 16 de noviembre de 1891. Viene de familia de tejedores. 

Recuerdo que cuando era chico había en el portal de la casa de sus padres unas grandes devanaderas que ocupaban toda la habitación. Era uno de los doce rústicos telares que existieron en este pueblo.

Cuando era yo muy pequeño, el tío Marcos estaba de pastor con el ganado de mi casa y me contaba muchísimas historias. Me cantaba villancicos, En la noche oscura, El niño, Las doce palabritas, Madre a la puerta hay un niño, El arado, La barajita de naipes, Ya no va el cura a maitines…

Cada vez que llega la Nochebuena ¿cómo no recordar al tío Marcos? Él ponía alma, vida y corazón al cantar los villancicos al son de la zambomba, que tocaba magistralmente.

Nos causaba una gran admiración la prodigiosa memoria que tenía este hombre. Para no saber ni leer ni escribir hay que ver la cantidad de cosas que almacenaba en su cabeza, más bien pequeña. Si hubiese cursado estudios habría llegado muy lejos.

Nunca lo vi enfadado; siempre alegre montaba en su borrica para ir a traer leña y no cesaba de cantar en el camino.

Tuve la gran suerte de grabar sus villancicos en una cinta de cassette para luego publicarlos en un libro juntamente con el folklore del pueblo, pues de lo contrario se hubiesen perdido con su muerte. Al poco tiempo de efectuar esta grabación cayó enfermo, perdiendo con esta enfermedad totalmente la memoria.

Murió el día 26 de abril de mil novecientos setenta y tres, precisamente un día después del de su santo.

¡Tío Marcos, no lo olvidaremos!

viernes, 22 de abril de 2016






                     PALABRAS ANTIGUAS AÚN EN USO

Durante años, en mis estancias en el pueblo y en comunicaciones con hablantes fuera de él, he ido anotando cuidadosamente aquellos términos que no aparecen en los diccionarios oficiales y que tienen vida aún en el pueblo. Al principio se trataba tan solo de un mero listado de palabras, pero poco a poco comencé a anotar significados y más tarde apuntes sobre los orígenes de las palabras en cuestión.
En la última fase, concebida ya la idea de confeccionar una especie de diccionario de Cuevas, tampoco existía aún la intención de profundizar en el origen y el uso de las palabras. Deseaba elaborar un listado de palabras con su significado, pero la curiosidad y el hallazgo de algunas etimologías curiosas fueron un acicate importante para emprender un estudio más exhaustivo y más completo.

Abanto 

1. m. Persona desgarbada, grande y torpe. Tipo agresivo, bravucón, aprovechado. 2. m. Ave rapaz de grandes dimensiones. Alimoche. La palabra sirve también para denominar a cualquier ave de gran envergadura de nombre desconocido y, por semejanza, al individuo grande, desgarbado y que actúa de forma torpe.
¡Con lo ordenado que tenía yo todo eso! Estuvo ayer tarde el avanto de tu hermano hurgando por aquí y mira cómo lo ha dejado todo.




Albollón

1. m. Orificio de desagüe de los corrales aprovechado con frecuencia para entrada y salida de las gallinas. A veces su único uso era el pasaje de las aves de corral.
Si no quieres que entre la zorra, tapa bien el albollón del corral.
Cor. El origen de albollón es albañal, del árabe ballâ'ah ‘cloaca’.

Bardal

1. m. Cubierta formada por juncos, támaras, aliagas o arbustos diversos, que se coloca sobre las tapias de los corrales y huertos para proteger la construcción y para disuadir a las alimañas o personas malintencionadas que quieran entrar.
La letra de un popular paloteo de la danza de Cuevas de Velasco dice así.

Canta el gallo en el bardal

sí picó en el pimental.

Sí picó, no picó.

Sí picó que lo vide yo.


Cor. Cita barda, ‘cubierta que se pone sobre las tapias de los corrales’, de origen incierto, probablemente prerromano. Menciona también bardal, bardar y embardar.




Cervatilla

1. f. Mantis religiosa. Insecto del tamaño de un libélula o de una cigarra aproximadamente. Adopta el color del medio en el que ha realizado la última muda, de manera que si se mueve por troncos, será parda; si está sobre la paja, tendrá color amarillento y si anda por la hierba, verde. Se dice que en ocasiones, tras la cópula, la hembra devora al macho.

Aunque parezca algo extraño, si observamos la cabeza de una cierva mirándonos y la figura de una mantis encaramada en una ramita, hay un parecido indiscutible que tuvo que motivar este nombre, cuyo origen no habría manera de explicar de otro modo.

Existe, como se sabe, otro insecto llamado ciervo volante, por la similitud de sus tenazas delanteras con la cornamenta de un ciervo.






Escobón

1. m. Escoba amarga que a fuer de uso y desgaste se reduce considerablemente de tamaño y entonces se emplea para otros usos que requieren frotar con energía, rascar o cepillar a fondo superficies sucias.


Mañana es domingo,

Se casa Perico

Con una urraca

Que no tiene pico.

Atranca las puertas

Con un cañamón,

Abarre las ollas

Con un escobón…



Gobiernos

1. m. Ilusiones, alegría, aire de optimismo.

Hay que ver qué gobiernos lleva la muchacha con la preparación de su boda.



Guardiacivil


1. f. Sardina salada. Popularmente se llama así a las sardinas de bota porque habitualmente se consumían por parejas, como solían hacer sus servicios los números de la Benemérita.

Esta mañana he almorzado dos guardiaciviles con pan y aceite.



Mandanga

1. f. Golpe, azote, cachete. Castigo propinado con la mano.

Mira que te arreo una mandanga si no dejas en paz al gato.

Cor. Piensa que se trata de una voz semijergal de origen desconocido.

El DRAE ofrece significados como ‘cosa despreciable’, ‘degenerado’, ‘sinvergüenza’, ‘holgazán’.

En altoaragonés tiene también el sentido de ‘paliza’, más próximo al de Cuevas.


Moso

1. adj. Hermoso.

Ven acá, moso, que la abuela te va a dormir en el halda.

Hay una aféresis, pues se ha suprimido la sílaba inicial her-


Petanas

1. f. Manchas visibles en la ropa.

¡Dío mío qué petanas llevas! Así no puedes salir a la calle.


Puertas falsas

1. f. En el DRAE la puerta falsa es la que está en la parte trasera de la casa y da a un lugar discreto. En Cuevas de Velasco, la puerta falsa es aquella que consta de doble hoja para permitir el paso de carruajes y caballerías enyuntadas. Es posible que como esta puerta, situada en la parte trasera de las casas normalmente era grande para la entrada de la galera o de la yunta, pues acabase llamándosele así aunque no estuviera situada en la parte trasera. De todos modos el sentido en Cuevas parece algo distinto al del DRAE.

Anda, entra por casa y suelta la aldaba de las puertas falsas, que viene padre con la galera.





Repollo

1.m. En la expresión ir a repollo significa repartir por turnos a las personas mayores por las casas de sus familiares para ser asistidas cuando ya no pueden valerse por sí solas.


Tito

1. m. Orinal. Bacín.

Hay que vacear los titos y fregarlos bien.

Cor. El término procede de la raíz onomatopéyica TI-T- que resulta muy productiva para la creación de voces relacionadas con el mundo de los niños, como sucede con “tito”, denominación de semillas (yero, almorta, guisante) con las que juegan los niños. Tito, ‘orinal para niños’, aunque no surge exactamente de la misma motivación, sí parece tener relación con el lenguaje infantil.



Zaleo

1. m. Individuo torpe, pesado, lento y desaliñado.

¿Y dices que va a ayudarte a descargar el remolque? ¡Estás tú apañao! ¡Menudo zaleo!

Cor. Procede de zalea, y ésta del ár. vg. SALÎHA , der. De SÁLAH, ‘desollar, sacar la piel’.

El zaleo, que originariamente era la piel del animal, por extensión pasó a referirse a cualquier tela vieja, basta, sucia... Es probablemente de este significado de donde se extrae el sentido de
 ‘persona descuidada, desaliñada…’.