lunes, 24 de noviembre de 2025

                                            OCURRENCIAS

De todo se aprende, incluso de juegos inocentes con la IA.

1. Aquí tenemos un habitante antediluviano. Ya saben… Cuenca es tierra de dinosaurios. Pueden aparecer donde menos se espera.





2. La estación del tren, abandonada, arruinada y olvidada, de pronto se transforma en una flamante parada del AVE.



3. Los paseos por el pueblo son muy agradables, pero a veces pueden acechar inesperados peligros.


4. El Arco es uno de los lugares más pintorescos de Cuevas. Parece estar hecho a medida del capitán Alatriste.


5. Podemos hacer un poco de magia para obrar un prodigio. Fíjense en esta pintura de la capilla de la iglesia.




6. Las personas acuden al Domo para recibir energías. ¿Bucarán también los extraterrestres la sanación por sonoterapia?


7. Entramos al pueblo poco después de la fundación de la aldea de Cuevas de Cañatazor y la construcción de su castillo, allá por el siglo XII.




8. Otra más de historia: asistimos a la construcción de la torre de la iglesia hacia la mitad del siglo XVII.





9. El comentario más oído estos días es que hace un frío negro. Cuevas está bajo una ola polar.


10. Quedan terminantemente prohibidos los baños en el lavadero a la espera de que alguien capture a este escualo.



11. Somos de tierra adentro, pero ¿qué sucedería si cambiásemos los campos de girasol por un bonito lago?







viernes, 21 de noviembre de 2025

                     TRES PUEBLOS ABANDONADOS.


                      PUEBLOS FANTASMA: MEMORIA EN RUINAS.

Arco de la iglesia de Uterviejo.


A un paso de Cuevas de Velasco, los despoblados de Caracena del Valle, Valdecabrillas y Uterviejo, que un día tuvieron su auge, vida y afanes, muestran hoy lo que sucede cuando un lugar se vacía: primero, el silencio; luego, la ruina. Visitar estos tres pueblos invita a reflexionar sobre lo efímero de las cosas.

Iglesia de Caracena del Valle.

CARACENA DEL VALLE

Caracena del Valle, está a 4 km de Castillejo del Romeral y a unos 3 km de Caracenilla, a solo 100 metros de la CM-2019 que comunica Huete con Cuenca. Surgió tras el paso de la reconquista y se repobló con gentes que procedían de otro Caracena, el de Soria.

Las crónicas hablan de la existencia de una sola calle en la cual se alzaba el palacio del marqués de Caracena. Hoy es prácticamente imposible encontrar el trazado de dicha calle. La hierba crece vigorosa, engullendo las ruinas de este lugar olvidado.
Sacristía de la iglesia de Caracena.

Como suele ser habitual en todos los pueblos abandonados, solo quedan restos de la iglesia, último edificio que el paso del tiempo borra del paisaje.

La iglesia, que perteneció a la Abadía de Caracena del Valle, conserva milagrosamente todo el muro perimetral. Aunque el espacio, antes sagrado, ha sido utilizado como almacén, garaje, corral de ganado y diversos usos más, lo cierto es que nos han llegado restos de las interesantes hechuras del templo. Se aprecian los muros y el hueco donde se abría el pórtico de entrada. En las iglesias románicas la portada solía ser la parte más noble, de ahí que falte justamente ese elemento. También se observan varias ventanas y una serie de canecillos en el ábside.
Doble arco apuntado en la iglesia de Caracena del Valle.


En el interior quedan detalles que atestiguan la belleza que debió tener este pequeño templo: columnas adosadas, arcos, bóvedas… El retablo mayor, renacentista, se salvó y se conserva hoy en la sacristía de la iglesia del Monasterio de la Merced, de Huete. La pila bautismal está en Valdecolmenas de Abajo y las imágenes de la Virgen de la Carrasca, San Juan y la Virgen en el Calvario las custodia el Museo Diocesano de Cuenca.
Retablo de Caracena, hoy en el Monasterio de la Merced, de Huete.


Consta que se llevó a cabo algún pequeño trabajo de restauración en el año 2014, pero en la actualidad, sin valedor alguno que revierta o al menos detenga su destrucción, tememos que esta pequeña iglesia, ejemplo del románico rural, corra grave peligro.

Es digno de mención el mal llamado “puente romano”, que salva el río Mayor, justo a la altura de donde estuvo este pueblo abandonado.
El llamado "puente romano" de Caracena, sobre el río Mayor.

Cuando uno ve una casa en ruinas es imposible resistirse a la tristeza. Se piensa en las gentes que la construyeron y en todos cuantos la habitaron, en sus afanes, en sus vidas… Pues bien, ante esta iglesia se experimenta aún más intensamente esa melancolía, esa desolación por la belleza que hubo un día y que hoy se ha transformado en decadencia.

Ruinas de Valdecabrillas.

VALDECABRILLAS

Valdecabrillas es un despoblado situado a mitad de camino entre Villar del Maestre y Navalón de la Cuesta. Es pedanía de Fuentenava de Jábaga. En la actualidad solo se mantienen en pie dos o tres casas, una de ellas nueva, pero no hay residentes fijos.

Valdecabrillas se creó como aldea de repoblación hacia finales del siglo XII o principios del XIII. Hay noticias de este lugar desde el siglo XIV en las que se hace referencia a la mudanza de dos familias a Valdecabrillas.
Vestigios de casas en Valdecabrillas.

Su población osciló a lo largo de sus ocho siglos de historia en torno a los 50 habitantes. Por el año 1849 había 12 casas habitadas, con un total de 64 personas. Ya en el siglo XX, en el año 1940, aún contaba con más de setenta pobladores. Luego, como ha sucedido a muchos pueblos, comenzó el éxodo hasta quedar deshabitado.
Vista desde el interior de la iglesia de Valdecabrillas.

Gentes nacidas allí mantienen un par de casas y unas naves agrícolas, mientras que el resto de la aldea está completamente en ruinas, salvo la iglesia, dedicada a San Lorenzo, cuya cubierta fue reconstruida con materiales modernos.

Únicos vestigios de lo que un día fue Uterviejo.

UTERVIEJO

Uterviejo (odre viejo) está situado en las proximidades de la carreterita que une Caracenilla con Bonilla, a la altura del cerro Otero.

Fundado en la Edad Media, cuando tuvo lugar la repoblación, tras la reconquista, perteneció al Sexmo de Caracena del Valle, como Cuevas de Velasco, cuando todos estos lugares dependían de la ciudad de Huete.
Esquina de sillería en la iglesia de Uterviejo.

Las informaciones que nos han llegado son muy parciales y espaciadas en el tiempo. Pero sabemos que hacia la mitad del siglo XVI (1569) alcanzó su techo demográfico llegando hasta los cien habitantes. Luego, especialmente con las fuertes crisis del siglo XVII esa población mermó considerablemente. En el año 1754 solo quedaba en pie la iglesia.
Detalle de la cornisa de la iglesia de Uterviejo.

De la iglesia, bajo la advocación de San Miguel, hay abundante información, por los libros de fábrica. Y precisamente el único vestigio que ha llegado hasta nuestros días es la ruina de medio templo. Parece ser que durante el siglo XIX se desmontó medio edificio, la parte más noble, donde se abría la portada románica y posiblemente se alzaba la torre. Sin embargo, aún pueden verse parte del ábside y la que quizás fue capilla del bautismo, cuya pila guarda un vecino de Caracenilla.

Desde el antiguo solar de Uterviejo se ven unas cuevas (Cuevecillas de los Moros) excavadas en la ladera yesosa de un monte. Hoy están tapiadas en parte, pero puede accederse a ellas a través de un ventanuco en forma de piquera (abstenerse de hacerlo si no se va pertrechado debidamente). Son perfectamente compatibles con eremitorios primitivos.
Cerro donde se encuentran las llamadas "Cuevecillas de los Moros", frente a Uterviejo.


Sólo quedan memorias funerales

donde erraron ya sombras de alto ejemplo;

este llano fue plaza, aquel fue templo;

de todo apenas quedan las señales.

                        (A las ruinas de Itálica, de Rodrigo Caro)

miércoles, 12 de noviembre de 2025





            VERANO DE 2025. FOTOS CON TÍTULO Y PIE.


1. Raíz de carrasca.

En el costón de la carretera se ve esta raíz de carrasca como si fuera un monstruoso animal que emerge de la tierra. Es un interesante flash que ayuda a entender cómo las raíces de las plantas fijan y sujetan la tierra y evitan la erosión.

2. Cuevas de Velasco desde la carretera del Villar.

El apogeo del girasol nos ofrece cada año unas estampas impagables. Estos vallejos, que abundan por el término del pueblo, constituyen el marco perfecto para que los campos de esmeralda y oro luzcan en todo su esplendor.

3. Los “higos locos” son deliciosos.

Hoy sabemos que las madres nos prevenían contra estos higos procedentes de higueras silvestres con el fin de evitar posibles confusiones con otras plantas tóxicas. Pero estos deliciosos higos el único peligro que presentan es que su recolección es arriesgada, porque se crían en higueras que crecen en los peñascos. La mermelada es una auténtica delicia.

4. Los covachos de Valamelgo.

Siempre han resultado enigmáticas estas cuevas. Ahora parece que ya conocemos su origen. Fueron excavadas por monjes primitivos. En ellas se establecieron las primeras comunidades monacales.

5. Nido de abejaruco.

Los abejarucos son aves de plumaje multicolor: esmeralda, azul amarillo, dorado. Arrastran mala fama porque comen abejas, entre otros insectos. Construyen sus nidos en estos agujeros, que alcanzan hasta un metro de profundidad.

6. Cigüeñas sobre la antena.

La bandada de cigüeñas que hizo escala en el pueblo, en su migración anual hacia el sur, se repartió por la torre, los postes de la luz, los campos del Llano y sobre la antena de telefonía móvil. ¡Y no dañaron la cobertura! ¡Qué simpáticas las cigüeñas!

7. El espino albar y sus frutos.

El espino albar ya ofrece unas estampas preciosas en primavera, cuando tiene lugar la floración. A lo largo del verano van madurando las bayas hasta adquirir un color rojo intenso. Muchas aves tragan la baya entera y así van expandiendo las semillas.

8. El váter de los tejones.

Los tejones son muy ordenados y muy aseados a la hora de ir al retrete. Cavan un hoyo en el suelo, a modo de letrina, y allí depositan cada día sus excrementos. Este agujero, situado al borde de la senda del Moralejo, sirvió para las deposiciones de unos treinta días.

9. Atardecer en Cuevas de Velasco.

El pueblo ocupa un lugar privilegiado para contemplar los atardeceres. Son un regalo del que disponemos. Cada tarde, por unos minutos, el lienzo del cielo se llena de tonalidades rosas, violáceas, azuladas, celestes, grises…

10. Cigüeñas al salir el sol.

Con el sol levantando por oriente, las cigüeñas se disponen a proseguir su largo vuelo que las conducirá hasta tierras lejanas del sur.

11. La centaura menor.

Incluso en pleno mes de agosto, cuando el calor es asfixiante, hay plantas silvestres que ofrecen el tesoro de su colorido.

12. La bóveda de crucería.

La iglesia de Cuevas de Velasco cuenta con tres tramos de bóveda de crucería en la nave principal y, además, dos excelentes bóvedas, muy parecidas en la capilla bajo coro y en el coro.

13. Los membrillos.

Hace un par de años planté un membrillero en el patio. Durante el verano es fascinante ver cómo los frutos crecen día a día. Pero lo más espectacular es contemplar cómo el verde inicial se transforma en un amarillo dorado intenso.

14. Enigma bajo tierra.

En un corte del terreno, a casi un metro de profundidad, se encuentra esta veta de ceniza. La explicación a este fenómeno no es sencilla. Podría tratarse de una raíz profunda que fue requemándose tras un incendio. Hay varios lugares donde se puede ver este fenómeno.

martes, 4 de noviembre de 2025

 



QUISICOSAS, ENIGMAS, JUEGOS, CANTINELAS Y MÁS…



Ahí va una pequeña muestra del enorme repertorio de cantinelas, retahílas, fórmulas para echar a suertes, dichos, rimas, canciones  de juegos …, que usaban los niños de este pueblo o sus padres y abuelos para jugar con ellos.


ESTO ERA UN REY.



Esto era un rey

que tenía tres hijas,

las metió en tres botijas

y las tapó con pez.

¿Quieres que te lo cuente otra vez?





SI EL SALTÓN.



Si el saltón viera

y la víbora oyera,

no habría hombre

que al campo saliera.



LA CAMPANA GRANDE COME CARNE.



La campana grande

come carne,

la chiquitilla

come chichillas,

la del reloj come salón.

Que se baje esa niña

del mecedor.



JUAN Y PÍNCHAME.



Juan y Pínchame

se fueron a bañar.

Juan se ahogó,

¿Quién quedó?



¿A QUIÉN QUIERES MÁS?



¿A quién quieres más:

a tu padre, a tu madre

o al Ayayayay?



AQUÍ TE ESPERO.



Aquí te espero

poniendo un huevo.





TENGO UN PAJARITO.


Tengo un pajarito

que canta y que vuela,

¿que dónde está la china,

que dentro o que fuera?


UN GATO SE CAYÓ A UN POZO.


Un gato se cayó a un pozo,

las tripas le hicieron gua.

Arre moto tipitopo,

arre moto tipitá.

Sal-va-da es-tás.


EL PERRO DE SAN ROQUE.



El perro de san Roque

no tiene rabo,

porque Ramón Rodríguez

se lo ha cortado.


AL HIGUÍ, AL HIGUÍ.



Al higuí, al higuí

con la mano no,

con la boca sí.



BORRIQUITO CALIENTE.



Borriquito caliente

que lleva la carga

y no la siente.



SAN ANTONIO BENDITO.



San Antonio bendito

tiene un niñito

que ni come ni bebe

y está gordito.


SANTA RITA RITA RITA.

Santa Rita Rita Rita,

lo que se da

ya no se quita.

Santa Ron Ron Ron

cuando pases por mi puerta

te daré un coscorrón.


UNA COSA ME HE ENCONTRADO.


Una cosa me he encontrado,

cuatro veces lo diré

y si el dueño no aparece

con ella me quedaré.


“PA” LA VIRGEN DE AGOSTO.

“Pa” la Virgen de agosto

pintan las uvas

y “pa” la de septiembre

ya están maduras.



¿SABES QUE TE DIGO?



¿Sabes qué te digo?

Que las pasas no son higos.




CINCO POLLITOS.

Cinco pollitos

tiene mi tía:

uno le baila,

otro le pía

y otro le canta

la sinfonía.


EL CAPUZÓN DE CRISTO.

El capuzón de Cristo,

cojo la ropa y me visto.

El capuzón de Santa Ana,

cojo la ropa y hasta mañana.



MANOLO PIROLO.

Manolo Pirolo

mató a su mujer,

la hizo escabeche

y la puso a vender.


A LA SILLITA DE LA REINA.


A la sillita de la reina

que nunca se peina,

un día se peinó

y cuatro piojos se encontró:

uno, dos, tres y cuatro.


(Imágenes creadas con IA: copilot, gemini, chat gpt)

NOTA.  Los lectores de este blog sabrán que algunos de los textos pueden contener expresiones y visiones propias de su tiempo, que deben interpretarse y valorarse en su contexto histórico y cultural.