PLANTAS VENENOSAS EN CUEVAS DE VELASCO
La naturaleza nos proporciona un sinfín de alimentos. Cultivadas o bien recolectadas en su natural estado salvaje, muchas plantas nos proporcionan los nutrientes que necesitamos.
Sin embargo, mezcladas con las plantas comestibles, podemos encontrar algunas otras tóxicas, venenosas, incluso letales para el ser humano.
Debemos aprender a identificar estas plantas nocivas para la salud con el fin de evitar que alguien poco informado o nosotros mismos podamos intoxicarnos con ellas.
La cicuta. Se trata de una de las plantas más mortíferas. En Cuevas de Velasco se la conoce por el nombre de cañiguerra.
La cicuta es una planta verdosa que alcanza alrededor de 1.5 m de altura. Su tronco es hueco (como el de una caña, de ahí su nombre de cañiguerra) y está salpicado, especialmente en su base, de motas de color púrpura. Las hojas forman tres ramitas triangulares, compuestas por numerosas hojillas. Sus flores son blancas, pequeñas y se agrupan formando una especie de pequeños paraguas. Los frutos son pequeños y negruzcos.
Toda la planta es bastante tóxica, especialmente los frutos.
Se dice que Sócrates fue obligado a suicidarse bebiendo una copa de cicuta.
La forma de las hojas de esta planta, cuando aún es joven, hace que muchas personas la confundan con la zanahoria, el anís o el perejil.
La cañiguerra o cicuta es muy común en Cuevas de Velasco. Se cría de forma espontánea en los alrededores del pueblo, en los solares y en los corrales.
Tallo de la cicuta o cañiguerra. |
El beleño negro. Es una planta bienal (dura dos años), pegajosa y cubierta de vello, que alcanza hasta los 70 cm. Las hojas son grandes, carnosas, y las flores tienen forma de roseta con pétalos de color marfil plagados de nervaduras lila. El fruto es lo más característico, pues recuerda a medio cacahuete acabado en cáliz.
La planta tiene varias aplicaciones en medicina, pero posee varios principios tóxicos.
Está muy asociada a la obtención de efectos alucinógenos y a la brujería.
La forma de los frutos ha confundido muchas veces a los niños que la toman creyendo que es comestible.
Se cría en los alrededores del pueblo, especialmente en zonas donde hay escombros o hubo basureros. En Cuevas se le llamaba beñiñas.
Planta de beleño. |
Planta de beleño ya seca, donde se ven los característicos frutos. |
La hiedra. Es una planta trepadora, de hojas brillantes, perennes, y flores pequeñas de color verde-amarillento. Se adhiere a los troncos de los árboles, a los muros y a los peñascos que tenga próximos.
Se considera que algunos de sus componentes, como los frutos, que son minúsculos, pueden provocar vómitos y diarreas.
Hiedra con sus bayas oscuras. |
La adelfa. Es un arbusto que puede llegar a alcanzar los tres metros de altura. Sus hojas son lanceoladas y perennes, de color verde intenso. Su floración es espectacular por su colorido rosado o encarnado.
Es muy venenosa y se desaconseja cualquier uso. También se advierte que sus hojas pueden confundirse con las del eucalipto. La ingestión de adelfa ocasiona náuseas, vómitos y diarreas sanguinolentas.
Esta planta puede encontrarse por varios parajes del pueblo. También la hemos visto en algunos rincones de Cuevas plantada en maceta.
Planta de adelfa, conocida también como baladre. |
El estramonio. Puede alcanzar, en terreno propicio, hasta 1 metro de altura. Sus hojas son dentadas, recordando vagamente a las de la higuera. Sus flores son blancas, con forma de trompeta. Su fruto es espinoso y las semillas que guarda en su interior son la parte más tóxica de la planta.
Es planta muy venenosa. Su ingestión o la inhalación de vahos puede provocar mareos, náuseas, visión borrosa, alucinaciones y la muerte.
El estramonio comparte con otras plantas tóxicas, como el beleño y la cicuta, un llamativo olor desagradable, hediondo, apestoso, que puede alertarnos sobre su peligrosidad.
Planta de estramonio. |
El saúco. En el pueblo se le llamaba sabuco a este arbusto-árbol de hasta 4 o 5 m de alto. Escasea, pero aún pueden encontrarse algunos ejemplares muy cerca del lugar.
Las madres nos prevenían contra esos frutos tentadores para un niño, pero lo cierto es que los frutos cocinados son comestibles, mientras todo el resto de la planta es tóxico.
Dibujo de una rama de saúco con sus grumos de bayas negras. |
La lechiterna y la higuera segregan un látex blanquecino que puede irritar las mucosas.
Higuera salvaje. |
Las almendras amargas. Se dice que unas veinte almendras amargas pueden llegar a matar a un individuo adulto.
Tampoco es recomendable comer la pepita que alojan los huesos de albaricoques, melocotones, cerezas etc.