LAS PIÑAS DE CARNAVAL
De entre la repostería típica de Cuevas de Velasco las piñas de Carnaval ocupan un puesto muy destacado.
Se elaboran con cuatro ingredientes naturales y sencillos de la tierra: el aceite, el huevo, la harina y la miel.
Su origen se pierde en la noche de los tiempos. Se dice que pueden ser una elaboración de origen musulmán o judío, pero yo tampoco descartaría que este magnífico placer para los paladares procediera de tiempos aún más remotos.
INGREDIENTES
Para elaborar las piñas tomaremos un huevo por cada dos piñas que deseemos hacer, harina la que admitan los huevos, y miel aproximadamente ¼ de kilo por huevo. El aceite debe ser de primera calidad.
PRIMER PASO
Cascamos los huevos en un bol, los batimos un poco y comenzamos a añadir la harina mezclando bien con unas varillas.
Cuando sea ya complicado mover con las varillas, vertemos la masa sobre una superficie bien limpia espolvoreada con harina y comenzamos a amasar con las manos. La masa debe quedar compacta, sin grumos y ni demasiado seca ni pegajosa.
SEGUNDO PASO
Dejaremos reposar la masa, especialmente si se ha decidido ponerle un poco de levadura, fresca o química, añadido este que no solía aplicarse antiguamente.
Extenderemos la masa con el rodillo hasta conseguir una torta de poco grosor. Cortaremos la torta en tiras de 1 cm de anchas aproximadamente y luego haremos con la tijera pequeños rombos.
Se ponen estos recortes en una sartén con aceite (cuidar que no esté demasiado caliente) y se fríen. Se verá cómo van redondeándose y dorándose. Se apartan y se reservan.
TERCER PASO
En una olla se pone la miel, a fuego medio o bajo, y se lleva al punto. Suele comprobarse el punto ideal con una prueba que consiste en verter un poco de miel en un vaso con agua fría. Estará ya lista cuando la miel, en lugar de extenderse por el fondo del vaso se acumula y levanta indicándonos que ya ha alcanzado cierta consistencia. De todos modos, puede hervirse muy lentamente como un cuarto de hora o veinte minutos, evitando hervores fuertes.
A continuación añadiremos las bolitas fritas para que se impregnen bien de miel. Mezclaremos con cuidado hasta que esté todo bien integrado.
CUARTO PASO
Con un cazo o cucharón vertemos el conglomerado de la olla, poco a poco, en una superficie limpia para formar las piñas. Hay que tener a mano agua fría para evitar abrasarse las manos y algo con que secarlas. Se trata de ir modelando las piñas a medida que la miel se va enfriando, de manera que queden al final con forma de conos. Hay que tener paciencia e ir dando tiempo a la solidificación de la miel.
QUINTO PASO
Tradicionalmente se adornan con almendras peladillas, que se adhieren a la piña mojándolas en miel tibia. También suelen servirse en bandejas adornadas con anisetes…
Las piñas suelen hacerse especialmente en tiempo de Carnaval. Son muy cotizadas en la almoneda. Su sabor es de pura antología de la mejor cocina tradicional. No dejéis que se pierda esta tradición tan nuestra.
En mi deambular por la geografía española he visto algo parecido, por ejemplo, en ciertos lugares de Extremadura elaboran unos mogotes con casi los mismos ingredientes, pero nada exactamente igual.
En google aparece La Ventosa, pero la única imagen que hay con estas piñas es la que puede verse en cuevasdevelasco.blogspot.com, el blog del pueblo.