miércoles, 21 de octubre de 2020

 

     UN DOMO GEODÉSICO EN LAS ERAS 

Base del domo geodésico. Iglesia de Cuevas al fondo.


Me encuentro en la era del abuelo Pedro a Luismi enfrascado en su proyecto y, la verdad, no me resisto a preguntarle qué es lo que se propone y a qué viene esa fiebre constructora. 

El asceta urbano responde a mi pregunta con paciencia, quizá con esa calma aprendida de las prácticas orientales que propugna. 

Los cuencos tibetanos son una de las herramientas que se usan en la sonoterapia.



- Pues, verás, creo que la sociedad atraviesa por una situación complicada. La gente vive angustiada. Mi idea es ofrecer una instalación a la que pueda acudir todo aquel que desee relajarse y restablecer su equilibrio emocional. También ofrecer una alternativa para aliviar diversos tipos de dolencias. 



Va desgranando sus explicaciones muy centrado en lo que afirma. Gesticula con las manos formando esferas imaginarias cuando se refiere a los astros, devanando un hilo invisible cuando hace referencia a los embrollos a los que se enfrenta la condición humana en nuestro tiempo. 

- Mi idea es levantar un domo y practicar en su interior la técnica de la sonoterapia. Esta bóveda que vamos a construir aquí tendrá 9 metros de diámetro. El objetivo es crear un lugar donde el sonido se propague de forma estudiada. 

Luismi con el autor de este blog.


Me conduce al centro del domo geodésico y me pide que hable y que compruebe cómo la propia voz reverbera, y, lo cierto es que uno la recibe como un curioso sonido envolvente. 

Me mira con la solvencia de un avezado especialista en la materia cuando le pregunto cómo sana la sonoterapia. 

- Se trata de una disciplina muy antigua. Se sabe que ya los griegos la practicaban, aunque hoy día muchas de sus referencias nos llegan desde El Tibet y la India. 

Con el maestro Vikrampal Singh.


La terapia del sonido actúa sobre nosotros a través de las vibraciones y frecuencias que emiten unos instrumentos, como los gongs y los cuencos llamados tibetanos. Y, bien, el estremecimiento, a veces imperceptible, que estos sonidos provocan en las personas y en su entorno pueden devolver la armonía a nuestras emociones e incluso a nuestro cuerpo. 

Luismi me habla de las constelaciones, de los astros, de la energía (“Somos energía”, dice). Se extiende en explicarme cómo ha adquirido él estos conocimientos a través de expertos en la técnica. 

- Aquí queremos construir dos cabañas, con una zona de aseo. También queremos ajardinar todo este espacio. ¿Las vistas, dices? Fíjate qué panorama puede divisarse desde aquí. El lugar, desde luego, es fantástico. 

Lugar donde se situarán las cabañas y el aseo.

Vista general del complejo del domo.


Le pregunto si la terapia por los sonidos tiene alguna connotación religiosa perteneciente a doctrinas orientales y me responde tajante que no, que se trata de una actividad encaminada a buscar la sanación de las personas por medios naturales. 

En poco tiempo veremos crecer en las eras esta construcción de aspecto marciano y es de esperar que comiencen a llegar al pueblo gentes interesadas en los servicios de Ravi Bhagat Singh, que es como se hace llamar ahora Luismi.


1 comentario:

  1. Luismi espero que esté nuevo sueño se haga realidad y aunque ni siquiera se si te acordarás de mí soy José el Pa de Orkasitas y aunque vivo en Alemania me gustaría algún día poder visitarte y además mi mamá es también de Cuenca de un sitio llamado Jabalera, bueno lo dicho suerte amigo.

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