miércoles, 6 de junio de 2018



    VOCABULARIO TÍPICO DE CUEVAS DE VELASCO 


En esta nueva entrega del habla particular de Cuevas de Velasco, sugerimos una serie de términos antiguos aportados por Lorenzo Arana, cuyo padre, Emilio Arana, fue sacristán de la parroquia de Cuevas y más tarde de El Salvador, de Cuenca. 


Mozón. Se dice de los niños que han crecido o que están creciendo. Es en realidad una paradoja, pues se usa este aumentativo de mozo para quien es aún un bebé o un niño pequeño. Se trata de un término cariñoso, no exento de ternura cuando se dirige uno a una criatura. 

Cambaruche. Al desván se le llama cámbara en Cuevas de Velasco. Cambaruche es una cámbara pequeña, un altillo dentro del propio desván, o bien una cámara sobre pajares, tinadas o cobertizos.



Rebaila. Se trata de una peonza o, como se dice en Cuevas de Velasco, un chompo pequeño. Es un juguete parecido a la peonza que se hace bailar haciéndolo girar con los dedos. 



Zupio. Se usa en masculino y en femenino y se aplica al sedimento del casco. El zupio o zupia es una especie de barrillo de color marrón que se acumula bajo el escobajo y el orujo de la uva. 

Cordelero. Se dice de quien es liante y cicatero, de quien pincha, incita, provoca y fastidia con frecuencia. 

Marules. Se aplica a la persona algo indolente, lenta, perezosa. Es uno de estos apelativos que tanto abundan en el habla de Cuevas y que recaen, con distintos matices, sobre toda esta progenie de personajes que no están bien considerados por el grupo social porque son holgazanes, tardones y alérgicos al trabajo.
Cotana. Rebaje que se practica en una madera, para encajar otra o para ajustar una cuerda, soga o goma y evitar que se mueva. 



Tontilán. La lengua de Cuevas de Velasco es muy rica en términos para definir o calificar a los necios. Tontilán es el bobo simplón, un individuo con poco seso que incluso se ríe de sus propias torpezas. 

Retotón. Se llama retotón a un agrupamiento de cosas, especialmente, hierbas, flores o setas. Cuando los hongos crecen juntos, amontonándose unos sobre otros, se habla de retotón de hongos. 




Silre. Excrementos del ganado y de los conejos. Conjunto de estos excrementos que se acumulan en los llamados silreros. 




Papo. Se trata de una exclamación referida a una parte del cuerpo, bien la papada o bien la vulva. Sin embargo a fuerza de uso se ha convertido en un término que no resulta ni grosero ni injurioso. A veces se emplea como una simple muletilla en la conversación. 

Pupaculo. Se dice de la persona muy ñoña y delicada que se queja por cualquier cosa. 

Tiote/a. Es apelativo que se aplica a una persona menuda de poca credibilidad y de escaso juicio.

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