EL OTERO
La revista El Otero nació en Las Cuevas de Velasco
en el año 1983. Creada por un grupo de incondicionales del pueblo y buscando la
sombra de la asociación cultural Peña Redonda, El Otero salió a la luz anualmente, semestralmente o
trimestralmente durante más de 22 años.
En sus casi 50
números ofreció a los vecinos del pueblo un poco de todo: noticias que se
producían cada año, artículos de opinión, algunas pinceladas con pretensiones
literarias, curiosidades, recetas de cocina, pasatiempos, reportajes y muchas
cosas más. Todo ello elaborado desde la sencillez y con un presupuesto mínimo.
El sostenedor
principal del proyecto fue Antonio Ballesteros, al que asistíamos cuando era
posible Luis Tarín y un servidor. Pero en realidad en El Otero participaron
muchas personas. Cada cual aportaba lo que buenamente podía.
Rescataremos en este
blog algunos de los mejores trabajos de aquella revista.
![]() |
El pueblo visto desde El Otero, lugar que dio nombre a la revista. |
![]() |
Portada del primer número de El Otero. Año 1983. |
EL OTERO Nº 1
LOS NOMBRES
DE LAS CALLES DE CUEVAS DE VELASCO
Es curioso detenerse
a pensar un momento en los nombres de las calles de Cuevas de Velasco.
Abundan los nombres
de plantas: calle del Paraíso, del
Clavel, del Lirio, de la Oliva, de Atocha y del Olmillo, de la cual hay calle y
plaza.
Con respecto al
sitio en el que están ubicadas, tenemos: la del Norte, del Mediodía, Poniente,
Viento, Cantón, Cuenca, Castillo, Arco, Fuente y Traviesa o Travesía.
Hay nombres con
motivos religiosos: Calvario, Nuestra Señora de la Asunción, Soledad, Iglesia,
San Luis y Costanilla de Santa Ana.
La plaza de La Villa
es la principal del pueblo.
Hay una calle
llamada de las Cuatro Jotas. No se sabe con certeza si es que en ese lugar,
cuando se echaba la ronda se cantaban cuatro jotas o si es que vivieron allí
cuatro mujeres muy “sotas”…
Desde El Arco partía
antiguamente una calle con varios arcos, que venía a terminar en la actual
calle de La Traviesa.
En la calle del
Viento, por donde están ahora ubicadas las escuelas, cuentan que hubo un fuego
muy grande, a consecuencia del cual ardió una manzana entera de casas y desde
entonces se le viene llamando a ese barrio Las Casas Quemadas.
A la calle de San
Luis se le llama popularmente la calle de Las Ventanas, porque a pesar de ser
muy corta hay en ella 21 ventanas.
La Plaza de La Villa
estuvo situada antiguamente entre las calles de Atocha, la Iglesia y la Fuente,
o sea, detrás de donde estuvo la casa de la Inquisición.
Hubo varias
hornacinas con santos situadas por las calles del pueblo. Desde el final de la
calle de la Soledad partía un viacrucis representado en 14 postes hechos de
yeso con una cruz de madera sobre ellos. Llegaba hasta el paraje hoy denominado
Las Cruces, pues allí terminaba con tres cruces.Calle de El Arco |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aquí tu comentario. Gracias.