MANTECADOS
La cocina de Cuevas de Velasco es sobria y
parte, casi siempre, de productos naturales combinados de manera sencilla.
Los ingredientes proceden con frecuencia de
los productos cultivados en los campos locales y de los obtenidos a partir de la crianza de animales de corral y
de los rebaños.
Entre los dulces navideños destacan las rosquillas
de anís, y los mantecados.
Presentamos el proceso de elaboración de los
mantecados, según recetas antiguas, empleando, eso sí, medios modernos.
Existen numerosas variedades y cada cual
acomodará más o menos ingredientes a sus gustos. Esta es la receta básica. El
resultado es una exquisitez digna de las más altas mesas.
INGREDIENTES
- 1 l de manteca
- ½ l de anís seco
- 220 gr de azúcar
- Harina
MODO
DE PREPARACIÓN
- En un bol o en un barreño,
según la cantidad, se pone un poco de harina, el azúcar, el anís y la manteca
tibia. Se mezcla todo.
- Vamos añadiendo harina y
amasando hasta lograr una pasta que no debe quedar dura, aunque un poco más
compacta que para hacer rosquillas de anís.
- Se deja reposar la pasta.
- Se extiende la pasta en
planchas del grosor de un dedo y se hacen las formas de los mantecados con los
moldes.
- Se cuecen al horno,
alrededor de veinte minutos,
- Una vez horneados, los
mantecados se pasan en caliente por azúcar.
Notas.
Conviene
poner algo más de manteca y de azúcar, pues ni la manteca ni el azúcar son de
la pureza de antaño.
Nuestras madres y abuelas
hacían estos mantecados con diferentes variantes, a cual más exquisita. Los ribereños eran mantecados en los
que se sustituía la mitad de la manteca por aceite de oliva, y la mitad de anís
por vino. Y otra modalidad consistía en partir de masa de pan e ir añadiendo
los demás ingredientes.
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