viernes, 11 de diciembre de 2015


        NOSTALGIA DE LA ESCUELA RURAL

   Este pueblo tuvo su escuela, repleta de niños y niñas, en la que las generaciones de la posguerra aprendimos a leer y a escribir. Eran otros tiempos. Lo peor que puede suceder a un pueblo es que le cierren su escuela.

Grupo de niñas en edad escolar con su maestra. Años 50

   Las escuelas unitarias se organizaban de tal manera que en la misma aula estaban todos los niños en edad escolar, de tal manera que el maestro iba atendiendo, por niveles, desde aquellos niños que comenzaban a leer hasta los que ya resolvían problemas de dos o tres operaciones. Hoy esto se ve como una cosa chocante.
   Hacia la mitad del siglo XX, en Cuevas de Velasco había dos unidades, una de niños y otra de niñas, con casi cuarenta escolares cada una. Hacia 1956 todavía no se bajaba de la treintena por aula, pero a partir de entonces fue cayendo el número de alumnos matriculados debido a la fuerte emigración,  hasta la desaparición de la escuela.

Grupo de niños en edad escolar con su maestro. Años 50


   Antes de 1955, se usaban los locales del Ayuntamiento para alojar a los alumnos, hasta que se construyó el grupo escolar y el complejo de casas y corrales de los maestros. El edificio nuevo contaba con unas espléndidas dependencias para la enseñanza y constituyó, sin duda, uno de los grandes logros del pueblo en el siglo XX. No era fácil que la gente del medio rural apostase de manera tan decidida por la enseñanza, así que hay que agradecer aquel enorme esfuerzo a quienes lo llevaron a cabo.

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