martes, 9 de febrero de 2016



Cuevas de Velasco celebra su Carnaval con sus animeros, almoneda y reparto de cañamones tostados.


La tarde fría no impidió que vecinos  y visitantes se acercaran hasta el pueblo para disfrutar de esta tradición.


vocesdecuenca.es

La pequeña localidad alcarreña de Cuevas de Velasco continúa fiel a la tradición celebrando un Carnaval que el paso de los años ha ido adaptándose a la afluencia de público pero que ha sabido mantener intacto su espíritu e historia.
Lo que antes se extendía durante varios días de celebración en la actualidad se concentra básicamente en el sábado de Carnaval donde desde ya por la mañana los 6 miembros de la Hermandad de Ánimas designados previamente recorren las calles del pueblo para pedir  a los vecinos que donen principalmente dulces y alimentos que luego serán subastados en la almoneda como pueden ser las tradicionales piñas de dulce, tartas, bizcochos,  miel, rosas, patatas, cebollas, huevos o vino.
Los animeros van comandados por un capitán que lleva el bastón de mando y los encargados de portar la bandera, la alabarda, el chuzo grande, el chuzo pequeño y, por último el tambor, van ataviados por bandas y  cintas de colores adornan las armas que portan.
Después de recorrer varias veces el pueblo asisten a un solemne funeral por los difuntos de Hermandad.
Por la tarde se celebra la almoneda o subasta de los alimentos recogidos. Además los animeros reparten cañamones tostados y zurra para todos los presentes mientras se celebra la puja. Son los propios animeros y sus familiares los que sacan lo donado para la subasta en la que participan los vecinos y visitantes. Los productos más demandados son las piñas elaboradas con miel y harina  cuyo precio puede superar los 50 euros.
También se celebra la rifa de una tarta que antiguamente se ofrecía en la fiesta de la Candelaria y que se sorteaba en Carnaval.
La tarde fría no impidió que vecinos  y visitantes se acercaran hasta el pueblo para disfrutar de esta tradición que perdura con el paso de los años y que tiene gran arraigo en Cuevas de Velasco.
Ya por la noche tuvo lugar la parte más lúdica de la fiesta con la verbena en la que grandes y pequeños disfrutaron de la música ataviados con originales disfraces.
La sorpresa de la noche vino en forma de nieve que cubrió de un manto blanco las calles y alrededores de Cuevas de Velasco que todavía permanece este domingo.










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