Cuevas de Velasco celebra su Carnaval con sus animeros, almoneda y reparto de cañamones tostados.
La tarde fría no impidió que vecinos y visitantes se acercaran hasta el pueblo para disfrutar de esta tradición.
vocesdecuenca.es
La
pequeña localidad alcarreña de Cuevas de Velasco continúa fiel a
la tradición celebrando un Carnaval que el paso de los años ha ido
adaptándose a la afluencia de público pero que ha sabido mantener
intacto su espíritu e historia.
Lo
que antes se extendía durante varios días de celebración en la
actualidad se concentra básicamente en el sábado de Carnaval donde
desde ya por la mañana los 6 miembros de la Hermandad de Ánimas
designados previamente recorren las calles del pueblo para pedir
a los vecinos que donen principalmente dulces y alimentos que luego
serán subastados en la almoneda como pueden ser las tradicionales
piñas de dulce, tartas, bizcochos, miel, rosas, patatas,
cebollas, huevos o vino.
Los
animeros van comandados por un capitán que lleva el bastón de mando
y los encargados de portar la bandera, la alabarda, el chuzo grande,
el chuzo pequeño y, por último el tambor, van ataviados por bandas
y cintas de colores adornan las armas que portan.
Después
de recorrer varias veces el pueblo asisten a un solemne funeral por
los difuntos de Hermandad.
Por la tarde se celebra la almoneda o subasta de los alimentos recogidos. Además los animeros reparten cañamones tostados y zurra para todos los presentes mientras se celebra la puja. Son los propios animeros y sus familiares los que sacan lo donado para la subasta en la que participan los vecinos y visitantes. Los productos más demandados son las piñas elaboradas con miel y harina cuyo precio puede superar los 50 euros.
Por la tarde se celebra la almoneda o subasta de los alimentos recogidos. Además los animeros reparten cañamones tostados y zurra para todos los presentes mientras se celebra la puja. Son los propios animeros y sus familiares los que sacan lo donado para la subasta en la que participan los vecinos y visitantes. Los productos más demandados son las piñas elaboradas con miel y harina cuyo precio puede superar los 50 euros.
También
se celebra la rifa de una tarta que antiguamente se ofrecía en la
fiesta de la Candelaria y que se sorteaba en Carnaval.
La
tarde fría no impidió que vecinos y visitantes se acercaran
hasta el pueblo para disfrutar de esta tradición que perdura con el
paso de los años y que tiene gran arraigo en Cuevas de Velasco.
Ya
por la noche tuvo lugar la parte más lúdica de la fiesta con la
verbena en la que grandes y pequeños disfrutaron de la música
ataviados con originales disfraces.
La
sorpresa de la noche vino en forma de nieve que cubrió de un manto
blanco las calles y alrededores de Cuevas de Velasco que todavía
permanece este domingo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aquí tu comentario. Gracias.