domingo, 8 de mayo de 2016





                                           LAS COLLEJAS 





Las collejas son uno de los recursos naturales usados desde tiempo inmemorial en la alimentación para completar la dieta cuando no se disponía de otras verduras, aunque esta humilde planta silvestre ha logrado cierta relevancia culinaria, pues hoy puede encontrarse ya en muchos mercados, perfectamente envasada. 



Junto a las setas, los hongos, las piñuelas, las orejetas, los espárragos..., las collejas forman la despensa natural de nuestra tierra. 

En Huete y en otros sitios de La Alcarria se canta la copla: 

Se creían los señoritos 

que nos íbamos a morir; 

han llegado las collejas; 

ya podemos resistir. 

La colleja, silene vulgaris, brota en primavera, después de las lluvias. Se cogen desde marzo hasta mayo, aunque ya avisa un refrán: “las collejas de mayo, para mi caballo”, refiriéndose a que en este mes suelen espigarse y ya no son aptas para el consumo humano. 

La recogida de la colleja es algo laboriosa, aunque si uno da con un buen rodal, se llena pronto la cesta o el cubo. Se recomienda evitar los sembrados, pues están rociados con herbicidas. Hay que coger las más tiernas cortando a ras de tierra y dejando la raíz, ya que al tratarse de una planta perenne brota de nuevo al año siguiente. 



Una vez en la cocina, hay que limpiar bien las collejas, desechar plantas que pueden confundirse con ellas y seleccionar las hojitas y los tallos. Es necesario lavarlas muy bien e incluso dejarlas en agua un buen rato. Luego se escurren y se dejan secar y ya están listas para ser consumidas en ensalada o para ser cocinadas. 

En el pueblo los guisos más populares con collejas son: la tortilla, el revuelto y la garbanzá, en la cual sustituyen muy dignamente a las espinacas. Algunas personas sugieren otros usos, como servir de complemento en un guisado de lentejas...

En esta ocasión hemos recogido las collejas por las eras, el camino de Valdemoralejo y El Terrero.




                   REVUELTO DE COLLEJAS CON JAMÓN 









Ingredientes: collejas, ajos secos o tiernos, jamón cortado en finas tiras, aceite, sal. 

Modo de preparación: Una vez limpias y secas se ponen en una olla con agua hirviendo con poca sal y se retiran en solo cinco minutos, incluso menos si son muy tiernas. Se escurren bien y se llevan a una sartén con un poco de aceite. Se incorporan a la sartén junto con unos ajos cortados en láminas y se rehogan. Si se trata de ajos tiernos pueden picarse. Finalmente se añade el jamón cortado en finas tiras. Se da unas vueltas en la sartén y el plato está ya listo para servir.

                       


El sabor de este plato tiene una personalidad especial que le proporcionan, sin duda, las collejas con su gusto a verdura montaraz natural.



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