lunes, 2 de mayo de 2016





                                                MAYOS 2016






El día 30 de abril, sábado, nos reunimos alrededor de veinte personas en la iglesia, a eso de las diez y media de la noche para cantar los mayos.

Se hicieron sonar las campanas, que, a pesar de lo intempestivo de la hora, en esta ocasión tocaban por motivo de gozo, y, ante la virgencilla, aún en andas desde Semana Santa, echamos los mayos, como se dice en el pueblo.

Alguien comentó que la Virgen nos sonrió. Bueno, eso son imaginaciones, claro, pero no deja de ser una idea romántica. ¡Cuántos años habrán oído los viejos muros de la iglesia el cántico de los mayos a la Virgen! ¡Cuánta ilusión habrán concitado esos versos!



Después fuimos a la calle del Clavel, ante la casa de Paquito, asiduo participante en los mayos desde hace muchísimos años y que se encuentra convaleciente de una operación. Allí cantamos los llamados mayos de las mozas, acompañados de guitarra y acordeón diatónico.

Y para finalizar y alegrar un poco la noche dimos una vuelta por las calles haciendo sonar el “Estamos a treinta del abril cumplido...” 



No quedan en nuestro pueblo galanes que canten los mayos a sus damas ni damas inquietas tras las rejas esperando el paso de sus rondadores. Eran otros tiempos. Pero conservamos aquel espíritu y recordamos que ha llegado el buen tiempo y que el aire está lleno de presagios de vida.

Los Mayos de Cuevas de Velasco, pieza importante de nuestra tradición, es una composición interesante que conserva un texto coherente, bien rimado y de cierta calidad literaria y una música si bien parecida a otras muchas, con sus peculiaridades. Desde hace unos años intentamos recuperar el interludio musical que había cada dos estrofas.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja aquí tu comentario. Gracias.