miércoles, 8 de junio de 2016





                                VOCABULARIO TÍPICO





Ofrecemos otra entrega del vocabulario típico de Cuevas de Velasco. 

Es un error pensar que las palabras del pueblo están siempre mal dichas o que son simples vulgarismos sin valor. En ocasiones el habla de los pueblos aporta vocablos valiosísimos que han ido arrinconándose en el medio rural e incluso perdiéndose. 
Las palabras son signos vivos que van evolucionando hacia formas nuevas. Cada una lo hace a un ritmo, pero, curiosamente, suelen seguir unas reglas de evolución. 
Aunque en Cuenca se hablase español dentro de mil años, difícilmente comprenderíamos los actuales conquenses a un paisano del tercer milenio.

Cada palabra lleva escrita su historia y nos muestra cómo ha evolucionado su forma y su significado


Aburracao 

1. adj. De colores blanco y negro, como el ave llamada urraca.

Cor. De origen incierto, posiblemente ibérico. El nombre del ave es posterior al nombre de mujer, muy usado durante siglos.

Se trata de un vulgarismo derivado de urraca.

¿De quién es ese gato aburracao que va por la cumbrera del tejao?

Urraca


Acocotar

1. tr. Someter, oprimir, dominar a alguien.

El amo lo acocotó tanto que un día cogió el portante y se fue.

Cor. Cogote es una palabra emparentada con el oc. cogòt, probablemente derivado de COCA, ‘cabeza’. El término acocotar es un derivado.


Acorar 

1. tr. Consumir, afligir, hacer sufrir.

Este hombre me tiene acorá. Hay que ver lo latoso e impertinente que se pone.

Cor. Según este autor sería un derivado del étimo latino CǑR ‘corazón’.


Alzar a Dios 

1. Una de las liturgias de la Misa, la de la Consagración, durante la cual el oficiante levanta las especias, el pan y el vino. En ese momento tañen las campanas para avisar a la feligresía de que está teniendo lugar el misterio de la transustanciación. 

Me ha pecío oír alzar a Dios.


Andaveros. Andaver. 

Marchaos. Idos. 2ª persona del plural del presente de imperativo del verbo IR, forma pronominal.

Mosos, andaver y le decís a madre que estoy por el corral haciendo cosas.

Se trata de un vulgarismo formado por tres palabras (anda, de andar; ver, de ir y el pronombre os). La Academia propone evitar tanto veros como iros y usar idos. 


Aposticas 

1. Expresión que se usa como derivado de apostas, pero que en ocasiones supera su significado adoptando otros. Se usa sobre todo con tono irónico. 

Así que quieres que vaya yo solo a cavar el huerto. Aposticas.


Bocino 

1. m. Foso, hoyo excavado por las avenidas de agua. Cárcava. Sima.

Se les murió el burro y lo echaron a un bocino que hay por Valdemaes.

Cor. Consultadas las voces hoz, hozar, bocina ‘cuerno de boyero’ y hocino que nos parecía la más probable, no se encuentra nada relacionado con bocino.

El término más próximo fonética y semánticamente a bocino es bocín, ‘piquera o hueco por donde se mete la paja al pajar’, ‘chimenea’ y, sobre todo, ‘agujero estrecho por donde cae el agua al rodezno en los molinos de cubo’.

En este caso, el término habría evolucionado como paladín> paladino, calabacín> calabacino (Canarias..)

Bocino.


Caída 

1. f. Pelea. Riña acordada propuesta por uno de los contendientes y aceptada por el otro. El objetivo es probarse las fuerzas y las astucias en el combate cuerpo a cuerpo. El enfrentamiento concluye cuando se ha derribado al contrario. 

Anda, ¿a que no me puedes? Te echo una caida a ver quién gana.

En el habla de Cuevas se deshace el preceptivo hiato y se pronuncia el término como si fuese diptongo, cai-da.


Calva 

1. f. Juego. En Cuevas de Velasco el juego de la calva consiste en colocar una botella o bombilla, preferentemente, o cualquier otro objeto de cristal o de barro y lanzar piedras desde cierta distancia hasta romperlo. Los contendientes se pertrechan de cantos y, una vez listos, alguien, canta la cuenta “A la una, a las dos y a las tres.”

He encontrado una botella. ¿Jugáis a la calva?

DRAE. Juego en que se tira contra un madero.

Dic. Aut. El juego original de la calva consistía en derribar con tejos un hueso del pie de la vaca clavado en el suelo. 

Dice Covarrubias que se llamaba “de la calva” porque la parte del hueso que quedaba visible era monda, limpia y reluciente.

Bombilla, uno de los objetos más apreciados en el juego de la calva.


Chichipán 

1. m. Carbonero común. Avecilla de tonos verde oliva en el lomo mientras que el pecho, amarillo, presenta una banda negra, más ancha en los machos. La cabeza es blanca y negra con irisaciones verdes y azuladas.

El nombre de este pájaro se debe a que el imaginario popular ha interpretado que la melodía de su canto dice chi-chi-pán, por tanto se trata de un ejemplo clarísimo de onomatopeya.

Escucha el trino del chichipán


Diente 

1. m. Palillo o fragmento de caña que se coloca sobre la piel de la zambomba para conseguir con la vibración una considerable amplificación del sonido. 

Cor. Del lat. DĔNTIS, ‘diente’.

La zambomba tiene un diente 

y no puede comer pan 

solo castañas y nueces 

y turrón y mazapán.


La zambomba de la izquierda de la imagen tiene dientes.



Enjorguinar

1. tr. Ensuciar una superficie con tizón o con polvo de humo. Manchar algo con jorguín.

Ya les he dicho veinte veces que si se acercan al caldero se van enjorguinar, pero no me hacen caso. 

Cor. Jorguín y su derivado enjorguinar proceden del vasco jorguina, ‘bruja’ porque estas se tiznan de negro al salir volando por las chimeneas. Por lo tanto no hay relación entre jorguín y hollín etimológicamente hablando.

DRAE. Define el término enjorguinarse como ‘hacerse jorguín o hechicero’.


Funes 

1. m. Se aplica a un individuo siniestro, que tiende al enfado, que se irrita o que se muestra enfurruñado. Cenizo. 

Tu hermano le pone mala cara a todo. Siempre está enfadado. Es un funes.

No se recoge esta palabra en los diccionarios. El rastreo en busca de su origen nos ha llevado al lat. FUNES- ERIS, ‘ceremonia fúnebre’, raíz de palabras como funesto o funeral. Por otro lado, en la etimología de Funes, pueblo navarro, se sugiere que podría proceder de FINIS, ‘límite’ o de FUNDUS, ‘tierra, heredad’. 

Si tenemos presente el significado de la palabra en Cuevas, solamente el primero de los orígenes apuntados tendría sentido.


Gurgunero 

1. m. Tipo de araña que se aloja en los agujeros de los muros viejos y que teje su tela en forma de minúsculo cráter. 2. M. Mercedor. Mecedor. Tridente construido en madera, aprovechando ramas de cuyos nudos brotan tres y hasta cuatro tallos, que sirve para dar la vuelta al casco de la tinaja y en general remover el hollejo y orearlo. También para meter leña al horno y al hornillo del yeso.

“Gurgunero,

gurgunero, 

sal y muerde

en este dedo”

Existe en Valenciano un término, corcó, ‘carcoma’ que podría remitirnos a un étimo común, aceptando que –er es sufijo. También puede estar emparentado con el lat. GURGULIO, ‘gorgojo’. En ambos, el significado está próximo.

La segunda acepción es una creación por semejanza. ¿O podría ser al contrario, es decir, que el artefacto llamado mercedor hubiera dado nombre a la araña?

No encontramos la más mínima mención en los textos consultados, así como tampoco en Internet. Término propio de Cuevas.




Moní 

1. m. Voz para llamar a los conejos. Se usa repetida y tanto en singular como en plural.

No hemos encontrado información en los libros consultados, pues aunque aparecen dos términos, uno de origen aragonés, monís, ‘masa hecha con huevos y azúcar’, y otro del lat. MONĒTA, monises, ‘dinero’, no parece que tengan relación con el término de Cuevas.

Puede tratarse de una voz de creación expresiva. Cabe la posibilidad de que se trate de un término que intenta oralizar el movimiento de los labios del conejo.


Penterre

1. m. Arrechuz. Ataque fulminante. Malestar súbito e inesperado.

Le ha dado un penterre a Benito. Se lo han llevado a Cuenca sin perder ni un minuto. La cosa está negra.

Cal. Recoge esta voz e informa que procede de la metátesis de repente.

Perchón 

1. m. Cerradura de madera de las puertas consistente en un pequeño cajón con un pasador sobre el cual caen unas lengüetas. Cada perchón tiene una llave en forma de peine para desbloquear el pasador. 2. m. Tirón, sacudida, arranque inesperado.

Solo quedan tres o cuatro perchones en el pueblo. Hubo decenas, en las puertas de los corrales, de las cuadras, de los cocederos, de los huertos… Se cree que este tipo de cerradura es muy antiguo, posiblemente de origen romano.

He perdío la llave del perchón. A ver ahora cómo voy a entrar al corral. 

Es posible que se trate de una de las voces más genuinas de Cuevas de Velasco. Debe estar entroncado con la voz percha, 'lazo, cepo', pero faltan elementos para afirmarlo.




Tordo

1. m. Estornino negro (Sturnus unicolor). Pájaro de plumaje negro de cuello y cola cortos, de unos 22 cm. En invierno aclaran un poco el color y les aparecen motas, volviendo en primavera al tono más oscuro y brillante. Las patas son rosadas y el pico estrecho, puntiagudo y oscuro amarillento. Se alimenta de insectos, bayas, cerezas, aceitunas, moras, etc. En Cuevas estas aves anidan casi exclusivamente en la torre y el tejado de la iglesia. Allí forman una colonia importante. Cuando caen sobre un cerezo, sobre una morera o sobre una higuera hierve el árbol y arman gran estropicio con sus silbidos y gritos estridentes.

A una vieja meando

se le escapó el chorro;

apuntó a la veleta

y mató un tordo.

Cor. Del lat. TŬRDUS, ‘tordo’.

Visita la página del tordo y escucha su canto.


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